Recordista en viajes de cruceros, el brasileño Celso Ricardo Moreira busca hito histórico

Este fantástico viaje comenzó en 1996, cuando el paraná Celso Ricardo Moreira emprendió su primer crucero hacia la isla de Fernando de Noronha, en un viejo barco portugués, el Funchal. ¡Y a partir de ahí nunca paró! Hoy, con 94 cruceros en su haber (en los más variados barcos, duraciones y destinos), Celso va camino de batir el récord de los 100 viajes de ensueño.

Celso, que ahora tiene 60 años, garantiza que no ha alcanzado (todavía…) la marca de 100 cruceros marítimos realizados, porque la pandemia impidió a los barcos navegar durante casi dos años, pero espera alcanzar la meta en la próxima temporada brasileña.

Sólo este año, con la reanudación de los viajes por mar, Celso ya ha realizado cinco cruceros (o diez después de la pandemia), incluida una larga travesía de 24 días, de Brasil a Europa, en abril, donde, al llegar allí, abordó otro. barco, durante otros 11 días navegando por las costas de Irlanda e Inglaterra.

A finales de octubre, Celso llegará desde Grecia a Brasil a bordo de un barco, y aquí realizará varios cruceros por la costa brasileña en busca del ansiado hito de los 100 envíos.

Curiosidades sobre los paranaenses

Celso, que es un fiestero, incluso tiene un nombre artístico en honor a Silvio Santos (cuyo verdadero nombre es Señor Abravanel): Ricardo “Abravanel”. ¿Puedes creer que no se presenta ni usa el nombre que tiene, sólo el seudónimo “artístico”?

Le encanta disfrazarse en los cruceros y en sus viajes lleva dos maletas: una pequeña, con ropa convencional, y otra, enorme, llena de disfraces. Para diversión de los pasajeros, el parense se transforma en Aladino, faraón, jeque, pirata, etc., y hace amigos allá donde va. En los cruceros recientes, Celso, ups, Ricardo, fue un éxito disfrazado de Carmem Miranda, uno de sus disfraces favoritos. Pero el más común es el de capitán.

“Mi sueño siempre fue ser marinero, pero no me dejaron hacer exámenes en la Armada, porque decían que no tenía la talla para ello. Luego decidí ser capitán de crucero de inmediato”, ríe Ricardo, que tiene más de media docena de trajes similares y lleva gorra de capitán prácticamente todo el tiempo. “Estoy cansado de que se me acerquen pasajeros pidiendo tomarse fotos conmigo o preguntando por el barco, pensando que yo era el capitán. Simplemente les resulta un poco extraña la cerveza que tienen en las manos”, se ríe.

Otro dato interesante es que Ricardo tiene tatuados en el cuerpo símbolos de tres grandes empresas marítimas. Incluso le han propuesto trabajar para ellos. Pero se negó cuando supo que, como empleado, no podía beber a bordo. “No es lo mismo un barco sin cerveza”, explica.

¿Cómo puedo tener dinero para viajar tanto?

Antes de convertirse en Ricardo “Abravanel”, Celso, que ahora vive en Guaratuba, en la costa de Paraná, trabajaba como funcionario federal y vivía de un salario sencillo. Cuando se jubiló, utilizó casi todo el dinero de su jubilación para seguir comprando cruceros.

“Gasto 70% de lo que gano en barcos”, garantiza. “Nunca he sido rico, pero siempre compro a plazos, porque el precio es el mismo que al contado”, explica. “También compro con mucha antelación, para pagar menos, y elijo sólo camarotes interiores, que son mucho más baratos, ya que en los barcos toda la diversión pasa fuera”. Y añade: Mi casa necesita reformas desde hace mucho tiempo, pero prefiero gastar el dinero en comprar otro crucero. Es en los barcos donde me divierto”. "Lo importante es ser feliz".

Ricardo está divorciado, tiene un hijo adulto, pero casi siempre viaja solo, sobre todo porque, con su personalidad extrovertida, sabe que no faltarán nuevos amigos y compañía.

 

Fuente: UOL

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